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Informe sobre la explotación de trabajadores migrantes y consecuencias para su salud

Argentina - Un nuevo estudio publicado hoy 29 de julio por la OIM y la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical ofrece una nueva visión de las experiencias de los migrantes en situaciones de explotación laboral, incluso como víctimas de trata, en los sectores textil, minero y de la construcción, que suelen carecer de suficientes regulaciones.

El informe sobre explotación laboral, trata y salud de los migrantes se basa en 71 entrevistas exhaustivas con hombres y mujeres que trabajaron (o que fueron víctimas de trata) en estos sectores en Argentina, Perú y Kazajstán. El estudio exploratorio documenta los daños y las consecuencias de salud para estos trabajadores migrantes.

“La investigación encontró que las personas en situación de explotación extrema (como la trata para fines laborales) no solo se enfrentan a riesgos de salud ocupacional sino también son afectadas por lo terrible de sus condiciones de vida”, explicó la especialista regional de la OIM en derechos de los migrantes y grupos vulnerables y coautora de la investigación, Rosilyne Borland de la OIM, cuya sede está en Buenos Aires.

Por lo general, las personas entrevistadas para el estudio fueron reclutadas por las redes familiares y comunitarias y viajaron por motivos laborales (en su propio país o al exterior) como parte de una estrategia general para mejorar su vida. En su mayoría las personas disponían de poca o ninguna información sobre las condiciones laborales antes de viajar y algunas fueron engañadas, en particular las que terminaron en situaciones de trata.

Asimismo, el estudio reveló que los migrantes sufrían jornadas agotadoras y condiciones de riesgo, y que tenían que “aprender sobre la marcha” el uso de maquinaria, productos químicos y otros materiales peligrosos. Muchos se lesionaron durante el trabajo y pocos pudieron recibir atención médica.

En trabajos en los que se paga por pieza (textiles) o por onza (oro), los migrantes reportaron niveles muy altos de estrés, ya que trabajaban largas jornadas por generar más ingresos para mantenerse a sí mismos y a sus familias que quedaron atrás, o para pagar deudas. Los trabajadores migrantes y víctimas de trata tenían poca o ninguna información sobre sus derechos, incluso en aquellos países que tienen leyes para protegerlos de la explotación.

Los encuestados no entendieron los riesgos para la salud a los que se enfrentaban y solían centrarse en los problemas a corto plazo en lugar de las consecuencias más graves, tales como el envenenamiento por mercurio o la tuberculosis.

En su mayoría desconfiaban de los oficiales del orden o de los funcionarios de migración, en lugar considerarlos como fuente de apoyo. En algunos casos, los migrantes se habían enterado de la trata y estaban conscientes de los posibles riesgos, pero aún así consideraron que la migración laboral en estos sectores era su mejor opción.

“Como era de esperar, nuestro estudio reveló que las personas identificadas como víctimas de trata trabajaban más horas, estaban sujetas a más violencia, tenían menos libertad de movimiento, y tenían mayores posibilidades de ser engañadas por los reclutadores”, señaló Borland. “Sin embargo, la investigación también muestra que en su mayoría la población de trabajadores migrantes vivió y trabajó en condiciones similares, con riesgos y consecuencias similares para la salud, aunque no se les identificara como víctimas de trata”.

El estudio tiene implicaciones para formuladores de políticas, donantes y proveedores de servicios e incluye recomendaciones concretas. Pero quizás su contribución más importante sea que se dan a conocer las historias de las propias personas.

“La investigación da voz a las experiencias de las víctimas de trata y los trabajadores migrantes que han padecido condiciones inconcebibles, por lo que su experiencia se vuelve visible para las personas que trabajan en estos temas”, explicó la asistente de proyectos de la Oficina Regional de la OIM para América del Sur en Buenos Aires y coordinadora del estudio en América Latina, Vanesa Vaca.

A nivel mundial, las personas son objeto de trata en muchos tipos diferentes de explotación, tales como la explotación sexual y el trabajo forzoso. Mientras que la mayoría de las víctimas identificadas en todo el mundo siguen siendo las de trata con fines de explotación sexual, la explotación laboral es cada vez más preocupante. Desde 2010, la mayoría de las víctimas de trata asistidas por el Fondo Mundial de Asistencia de la OIM –que ha ayudado a más de 70.000 personas– han sido objeto de trata con fines de explotación laboral.

Para descargar el informe completo, por favor dirigirse a:

Inglés: https://publications.iom.int/books/labour-exploitation-trafficking-and-m...

Español: https://publications.iom.int/es/books/explotacion-laboral-trata-y-salud-...

Ruso: https://publications.iom.int/es/books/labour-exploitation-trafficking-an...

Para obtener más información, por favor ponerse en contacto con Vanesa Vaca en la Oficina Regional de la OIM para América del Sur en Buenos Aires, Tel. + (54) 1132486705 9, Email: vvaca@iom.int