En el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, la OIM rinde tributo a las familias y seres queridos de cada una de las personas que figuran en los registros del Proyecto Migrantes Desaparecidos. Sin importar el contexto en el cual se produjeron las desapariciones ni la cuantificación de la “escala total” de las mismas, la agonía que provoca tan sólo una desaparición puede tener efectos muy profundos sobre todos aquellos que sobreviven a los desaparecidos. Sus familias siguen creyendo que algún día regresarán, o que al menos tengan una confirmación certera de la suerte que han corrido. Sus vidas terminan oscilando entre la esperanza y la pena provocadas por semejante pérdida.

“Mis dos hijos se fueron y nunca regresaron. Durante los últimos trece años me he preguntado día y noche si estarán muertos o detenidos en alguna parte, y si algún día volveré a verlos”, dijo Maman Dior, originaria de la zona Este de Dakar, Senegal, en donde cientos de personas han sido víctimas de desapariciones forzadas tras elegir emigrar. “En cierta manera, debemos acostumbrarnos a la idea de que nuestros hijos e hijas ya no forman parte de nuestra cotidianeidad aún cuando no tengamos ninguna certeza sobre la suerte que han corrido”, concluyó.

En el contexto de la migración, las desapariciones pueden darse de distintas maneras.

Puede que las personas pierdan contacto con sus familias de forma voluntaria cuando se mudan a un nuevo lugar, es decir, cuando en cierto sentido “desaparecen” del ámbito familiar y comunitario en el que se encontraban. Otros pueden llegar a perder ese contacto de forma involuntaria, sin tener acceso a alguna forma de comunicación o sin que haya información que permita contactarlos, en el supuesto caso de que se encontraran en situaciones de detención o de trabajo forzoso.

Y luego están también las personas que desaparecen al momento de emigrar y que nunca más vuelven a ponerse en contacto.

Desde 2014, el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM ha registrado a más de 32.700 personas en todo el mundo que han perdido la vida o desaparecido y se presumen fallecidas. Los registros históricos sugieren que desde 1996 esa cifra es de aproximadamente 75.000. Sin embargo, esa cantidad podría estar por debajo del número real de muertes, puesto que no todas los decesos y desapariciones son reportados, de modo tal que resulta imposible determinar si alguien falleció en el contexto de la migración y una de las razones es que tal vez los restos de los supuestamente fallecidos no pueden ser hallados o identificados. Por ejemplo, desde que el Proyecto comenzó a documentar las muertes durante los movimientos migratorios en 2014 no se pudieron recuperar los restos de unas 12.000 personas de las aguas del Mar Mediterráneo, y la mayor parte de los que sí se encontraron nunca podrán ser formalmente identificados ni se podrán sepultar con los nombres de las víctimas.

“Los derechos de los migrantes, incluyendo el derecho a la vida, deben protegerse para asegurar que la migración sea segura, ordenada, digna y humana y evitar de ese modo que al momento de migrar se produzcan desapariciones”, dijo Frank Laczko, Director del Centro de Análisis de Datos sobre la Migración Mundial de la OIM (GMDAC por sus siglas en inglés) donde tiene su base el Proyecto Migrantes Desaparecidos. “En aquellos casos en los que las personas desaparecen o pierden la vida, ellas y su familias tienen derechos, sin importar su nacionalidad o condición legal”.

En 2019 y 2020, la OIM está implementando un proyecto piloto de investigación con las familias que están buscando a migrantes desaparecidos en las rutas central y occidental del Mar Mediterráneo hacia Europa. Se espera que las conclusiones que se obtengan permitan la elaboración de recomendaciones para que tanto la OIM como otros actores claves puedan abordar las necesidades de las mencionadas familias de la mejor manera.

Para conocer los últimos datos sobre muertes y desapariciones en las rutas migratorias de todo el mundo, visite el sitio web del Proyecto Migrantes Desaparecidos aquí.

Para mayor información póngase en contacto con Kate Dearden, Centro de la OIM de Análisis de Datos sobre la Migración Mundial. Tel.: +49 30 278 778 323; Email: kdearden@iom.int.