En línea con el Pacto Mundial sobre Migración, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 de la ONU, la resolución 61.17 de la AMS sobre la salud de los migrantes, la Cobertura Universal de Salud y otros instrumentos que apoyan la migración segura, ordenada y regular, la OIM en Centroamérica, Norteamérica y el Caribe trabaja para:

  1. Proporcionar acceso a servicios de salud de alta calidad para las personas migrantes
  2. Promover políticas de salud migratoria basadas en la evidencia, y
  3. Fortalecer los sistemas de salud amigables con las personas migrantes y que los incluyan.

La OIM en Centroamérica, Norteamérica y el Caribe, junto con los ministerios de salud, agencias y redes como la Organización Panamericana de la Salud, la Secretaría Ejecutiva del Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana (SE-COMISCA) y el Iniciativa Conjunta de Salud y Migración (INCOSAMI), cubre una serie de temas de salud, incluyendo las enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes, así como las enfermedades no transmisibles, la vigilancia de las enfermedades y la preparación para los brotes y cuestiones de salud como la salud mental y la respuesta psicosocial y la salud reproductiva. Las respuestas del programa también se enfocan en temas no sanitarios que son importantes en el contexto de la salud de los migrantes, como el género, la violencia sexual y de género, el cambio climático y los derechos humanos, entre otros.

Las intervenciones incluyen a los migrantes en los flujos migratorios intra/extrarregionales, los flujos de tránsito y retorno, los flujos migratorios irregulares y las comunidades de acogida. Se da prioridad a las personas con mayor vulnerabilidad sanitaria, entre ellas las mujeres solteras, las niñas, las mujeres embarazadas y lactantes; las familias con hijos numerosos; los menores no acompañados; las personas con discapacidad; las víctimas de la violencia de género (violencia intrafamiliar, abusos sexuales, trata de personas); las personas mayores; las personas con problemas de salud; las familias divididas.

 

En línea con el Pacto Mundial sobre Migración, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 de la ONU, la resolución 61.17 de la AMS sobre la salud de los migrantes, la Cobertura Universal de Salud y otros instrumentos que apoyan la migración segura, ordenada y regular, la OIM en Sudamérica trabaja para:
 

  1. Proporcionar acceso a servicios de salud de alta calidad para los migrantes
  2. Promover políticas de salud migratoria basadas en la evidencia, y
  3. Fortalecer los sistemas de salud amigables con los migrantes y que los incluyan.

La OIM en Suramérica, junto con los ministerios de salud y agencias como la Organización Panamericana de la Salud y el Organismo Andino de Salud - Convenio Hipólito Unanue, cubre una serie de temas de salud, incluyendo las enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes, así como las enfermedades no transmisibles, la vigilancia de las enfermedades y la preparación para los brotes y cuestiones de salud como la salud mental y la respuesta psicosocial y la salud reproductiva. Las respuestas del programa también se enfocan en temas no sanitarios que son importantes en el contexto de la salud de los migrantes, como el género, la violencia sexual y de género, el cambio climático y los derechos humanos, entre otros.
 
Las intervenciones incluyen a los migrantes en los flujos migratorios intra/extrarregionales, los flujos de tránsito y retorno, los flujos migratorios irregulares y las comunidades de acogida. Se da prioridad a las personas con mayor vulnerabilidad sanitaria, entre ellas las mujeres solteras, las niñas, las mujeres embarazadas y lactantes; las familias con hijos numerosos; los menores no acompañados; las personas con discapacidad; las víctimas de la violencia de género (violencia intrafamiliar, abusos sexuales, trata de personas); las personas mayores; las personas con problemas de salud; las familias divididas.